Esta nueva temporada ha traído, como viene siendo habitual,
nuevos jugadores y algún que otro entrenador nuevo en los grandes clubes
europeos. Pero, si os digo la verdad, el técnico que más me ha llamado la
atención ha sido Valverde y Marcelino. Tal vez sea porque ya los conocía
anteriormente de otras etapas, obviamente en la liga española, o por el hecho
de que ambos han llegado a clubes de un mayor nivel del que estaban y por tanto
se espera una mayor exigencia.
Pero más allá de la exigencia, del club en cuestión y de
otras cuestiones menores, lo que me intriga es su manera de adaptarse. La gran
pregunta sobrevolaba, ¿mantendrán la misma idea? ¿tendrán que cambiar la
filosofía?
En este caso me he centrado mucho en los tres primeros
partidos de Marcelino al cargo del Valencia CF. Un club con mucha solera, con
afición de carácter marcado y con una gran hambre de cambio tras malas
temporadas. De entrada, el tiempo no era favorable pero un buen entrenador sabe
capear el tiempo y fabricar un paraguas acorde a lo que se necesita en casa
situación.
¿Os acordáis de la primera pregunta? Pues bien, es un no
rotundo. Marcelino no ha cambiado su idea de juego ni mucho menos la filosofía.
Es fiel a su estilo, tiene un sello en el cual confía y parece que le vaya bien
o mal, no cambiara.
Empecemos por atrás, como las buenas casas, se construye
primero los cimientos y ahí entra en escena la defensa. ¿Que tipo de defensa ha
empleado el técnico asturiano? Clásica a primera vista, con matices para variar
y sobre todo con una premisa muy clara, anticipación. Tras la gran limpieza que
se ha hecho, es significativo que los defensas que se han quedado son Gayà,
Montoya, Garay y Vezo. A primera vista parece normal porque son los que más
nombre tienen a excepción del central portugués pero lo que importa son las
cualidades. Gayà y Montoya reúnen un atributo fundamental para lo que pretende
el míster, velocidad. Son rápidos en las transiciones, se suman bien y reúnen el
magnífico concepto de saber replegar para defender con eficacia. En cuanto a
Garay y Vezo, sinceramente me ha sorprendido porque creí verlos fuera. El
argentino es bueno en la colocación, lee bien las jugadas y suele ser más
reservado a la hora de salir a robar. Mientras que Vezo tiene el don de la
juventud a explotar, comodín suficiente para guardarse en la manga como cuarto
central.
Los refuerzos han dado un giro más a la tuerca. Le han dado
el toque personalizado de Marcelino. Gabriel y Murillo son buenos en la
anticipación y complementan a los otros dos citados. Pero lo mejor es que la
garra se une a la experiencia. Ambos conocen la liga española y son bastante
fiables en una defensa que no se esconde. Como ejemplo es Murillo en el Granada
o Gabriel en el Arsenal, ambos tenían el rol de defensa central pero la
filosofía era de esperar muy atrás y eso les penaliza.
¿Que podemos esperar de Kondogbia? El crack del medio campo
que ha dado el musculo necesario en cualquier esquema que pretenda guarnecerse
a media altura para salir con soltura. Ahí es donde mejor rinde el francés. No
es un medio defensivo, pero tampoco es un creador, es un todoterreno que abarca
mucho espacio, recupera y oxigena a todo el equipo. Fundamental. La nota
negativa será ver si Maksimovic puede aguantar tal presión.
De medio campo para arriba viene lo mejor. El Valencia se ha
deshecho de los extremos puros, ha prescindido de tener un media punta centro
claro y ha descartado tener volantes mixtos. No hay medias tintas. Puntas
claros, delanteros con doble rol y sobre todo mucha polivalencia para los
teóricos jugadores de banda. Solo hay que ver los nombres que se barajan tanto
en las dos alas como en la referencia en la punta de lanza.
Rodrigo y Mina se quedan como segundos delanteros para jugar
escalonados al nueve referencia y correr sin parar en busca de espacios. Zaza
es el delantero más claro que hay que en la mayoría de partidos se le vera de
titular, de hombre boya rematando todo por arriba y peleando cada balón en
ataque.
Lo mejor es ver la opción de banda que pretende Marcelino. Porque
de todos los que pueden o están jugando, solo uno se considera que es específico
para dicha posición. En efecto, Fabian Orellana es el más claro para ser
extremo. Luego ya tenemos la reconversión de Carlos Soler y los comodines
Andreas Pereira, Guedes e incluso se ha visto a Lato (frente al Real Madrid).
El poner a tanto centro campista en los costados hace que se tenga más el
balón, que la transición sea de dentro hacia fuera y sobre todo que los
laterales se sumen mucho.
¿Puede funcionar? La respuesta la podemos encontrar en el
Villarreal de Marcelino. Si tiramos de memoria seguro que os acordáis de que
Dos Santos jugó la gran mayoría de veces en una de las dos bandas. ¿Pero era
extremo? Claramente, no. Lo que si está claro es que le sacó rendimiento porque
supo coordinar su juego para trazar diagonales y aprovecharse de los laterales.
Fue fundamental. De hecho, ya no volvimos a ver una mejor versión del mexicano
tras el adiós precipitado del técnico asturiano. ¿Casualidad?
Este nuevo Valencia se planta ante sus rivales de la misma
manera tengan el nombre que tengan. La prueba es que jugó de la misma manera
ante Las Palmas como ante el Real Madrid y el Atlético. Obviamente no se
consiguió tener la misma posesión ni la misma influencia en el juego, pero su
mentalidad no varió y se vio claramente un 4-4-2 con diferentes matices si se
poseía el balón o por el contrario tocaba defender.
El club che se posiciona con dos laterales profundos, dos
centrales a la par, pero solo con uno que pueda salir a la anticipación, un
medio claro posicional, otro medio con más libertad, dos jugadores de banda que
se internan para juntarse por dentro y luego dos delanteros escalonados. En
fase defensiva varia y mete más atrás los laterales, junta a los dos medios y
las dos bandas hacen coberturas a los laterales. Por último, los delanteros
tienen la pequeña ventaja de esperar un escalón por encima de los demás.
Tal vez la única pega sea la salida por arriba de Neto y el
poco fondo de armario, pero ahí se debe ver la mano del entrenador dando
entrada a los chicos del filial que esta temporada han promocionado al primer
equipo. En la pretemporada vimos grandes actuaciones de Centelles, Nacho Vidal,
Lato y Jiménez. Tal vez, sea la gran oportunidad.
Fortín en Mestalla, mentalidad fuerte, filosofía ofensiva y
nuevos aires de grandeza. La hoja de ruta del nuevo Valencia CF es, cuanto
menos, ilusionante. Hablemos en mayo.
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