Era un jugador muy frío en sus acciones pero con un golpeo perfecto, una conducción perfecta y la virtud de pelear cada balón como si fuera el último.
Lo mejor de Harry Kewell era que siendo un jugador de banda podías ponerlo en cualquiera de las dos sin que se notará lo más mínimo porque seguía dándole igual de bien al balón. Siempre he pensando que es uno de los grandes de la historia del fútbol australiano y de la Premier League que es donde se dio a conocer dejando grandes actuaciones.
Su compatriota Mark Viduka es otro de los que están en el podio de mejor jugador australiano y pese a jugar en diferentes posiciones aun se sigue discutiendo quien puede ser el mejor. Yo no tengo duda, creo que Harry Kewell ha marcado un antes y un después en la historia de este pequeño país.
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