Como si del destino se tratara los tres entrenadores italianos en equipos punteros serán pasto del olvido antes de año nuevo si nada escandalosamente escandaloso lo remedia. De momento el primero de los tres jinetes ya ha caído. Di Matteo dejó hoy mismo de ser entrenador del Chelsea, hoy le puede seguir su compatriota Mancini del Manchester City en caso de perder frente al Real Madrid y el tercero en discordia es Allegri que vive un infierno con su inestable Milán.
Curioso como de una temporada a otra todo cambia pero así es el fútbol, incomprensible como la vida misma.
Roberto Mancini en la cuerda floja tras casi estar eliminado de la Champions y un juego algo dudoso en Premier League que aún así siguen líderes. Su gran baza es haber ganado la pasada liga pero su gran problema es que la historia en competición europea se vuelve a repetir.
Allegri por su parte vive con la agonía de tener un equipo descompensado que no juega a nada y que en Champions les moja la oreja asta el Málaga. Todo apunta que no aguantara mucho más en el puesto y ya se empieza a buscar sustituto por si hoy cae ante el Anderlecht.
Los entrenadores italianos viven horas bajas y el virus puede ir próximamente en dirección Argentina donde Bielsa y Pochettino tampoco lo están pasando muy bien en sus respectivos equipos.
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