La cosa no empezó nada bien con el gol a los 18 minutos de Jesé de penalti que hizo Mellberg, algo polémico pero al final se pito y subió al marcador. El Villarreal fue fiel al estilo que le ha hecho brillar en épocas anteriores de la mano de Pellegrini, es decir, buen trato de balón y múltiples paredes con pases al hueco para ir descomponiendo la defensa rival. Así fue durante todo el partido a excepción del primer cuarto de hora que se les vio algo nerviosos e imprecisos al dar el pase, tal vez fruto de la adaptación de los nuevos jugadores y sobretodo de la nueva categoría.
Al final del primer tiempo llego el empate del Villarreal a balón parado. Fue en un corner bien centrado hacia el corazón del área donde esperaba Mellberg para prolongarla para que le cayera a los pies del delantero argentino Cavenaghi quien sin pensarlo se coloco bien para batir al portero rival y sumar su primer tanto con la camiseta amarilla.

Varios balones aéreos de Mellberg, alguna internada desde la banda de Uche y sobretodo una buena organización de Senna y Cani que solía caer hacia el centro ha sido la tónica pero al final el gol ha venido en un tremendo error de la defensa madrileña que tras hace un pase atrás tubo la mala fortuna de que Cavenaghi estaba justo en medio para interceptar el balón y posteriormente encarar a la defensa para lanzar un zurdazo increíble que se colaba por toda la escuadra cuando ya corría el minuto 85.
Alegría en Villarreal y muchas dudas para solucionar por parte del Castilla que se vio enormemente superado. Todo no fue de color de rosa para los amarillos y es que vi a un Juan Carlos muy inseguro en la portería, de hecho, varios balones en los que no atajo a la primera eran relativamente fáciles además de que su juego con los pies es muy limitado sin olvidar que no sabe comunicarse con sus defensas cosa que debe ser primordial para ser un buen cancerbero.
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