21 diciembre 2015

Empate justo debajo de la lluvia de St'James Park

Newcastle y Aston Villa empatan 1-1 en un partido para olvidar



El duelo de dos equipos con problemas se saldó con un empate totalmente justo ya que ninguno de los dos hizo un buen partido. Tal vez la primera parte fue mejor para las urracas pero en cambio en la segunda se vio un empuje de los villanos que a la postre les valió para empatar.

No fue el mejor partido para ver, tal vez no elegí bien a la hora de ver uno de los muchos que podía ver, pero sin duda saqué varias conclusiones, o mejor dicho, detalles tácticos. Para empezar, me fije que la disposición táctica del Newcastle me deja claro dos cosas. La primera es que todo el entramado esta basado en la fuerza, el físico y sobretodo en dar rapidez a las jugadas por banda. El fútbol simple, directo y previsible que a veces se puede volver en tu contra. Además, los jugadores que dispuso Steve Mcclaren invitaba a que no iba a ver fútbol de posesión ni tampoco se iban a dedicar a especular, la idea del patadon cobraba más sentido que nunca al ver que Dummet y Jannmat eran carrileros de ida y vuelta y que en el medio campo habían dos jugadores defensivos y conservadores como Anita y Colback.


Lo mejor viene en las bandas. El Newcastle opta por un 4-2-3-1 que en ocasiones se llega a transformar en un 4-4-2. Me llama la atención ver que tanto Sissoko como Wijnaldum, que de entrada han jugado de medio centro, se han ido adaptando a tener que actuar por banda de interiores y muchas veces permutando entre ambos. Fue algo que se me quedo grabado pero que no es la primera vez. El técnico ha ido probandolos en varias jornadas seguidas siendo las alas y pese a que no es su posición ideal, no desentonan, eso si, pensando en la idea de ser fuertes por entro y ganar por físico a la hora de hacer diagonales. Varios centros de Wijnaldum desde ambas bandas y más de una internada juntándose con Cisse y Siem de Jong es lo que se vio de Sissoko. Es una opción muy valida pese a que se hace algo raro de ver.

Los goles, de estrategia


Ambos equipos consiguieron marcar gracias a una jugada de estrategia a balón parado, concretamente, de córner. En el caso del Newcastle, la distracción fue clave ya que consiguieron creer que el balón iba al centro. Coloccini entró desde el punto de penalti sin que nadie se diera cuenta que la idea era colgar el balón al segundo palo, que incomprensiblemente nadie cubría.


En el caso del Aston Villa, fue también de córner aunque tras un despeje de este ya que el centro desde la derecha dio para ver uno de los golazos de este fin de semana a cargo de Jordan Ayew, que por cierto, fue de lo mejor de los villanos.



Colocar una referencia y adelantar la línea de presión


El Aston Villa hizo una primera parte horrible y una segunda parte con más ganas y corazón que otra cosa. En parte, el primer cambio de Remi Garde, supuso un antes y un después en los 90 minutos del partido. Guestede entraba por Sinclair y con ello había una referencia que fijaba más a los centrales del Newcastle. Un serio problema que las urracas no pudieron solucionar. El gol de Jordan Ayew fue el primer aviso de muchos que llegaron. Aunque lo intentaron, el empate deja al Aston Villa sin premio ya que el empate no les ayuda en nada.



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