Nueva etapa de incertidumbre

Un paso más hacia la inestabilidad es lo que se ha dado con la dimisión de Manolo Llorente en el Valencia CF. El problema no es que se vaya Llorente, ni que este la Generalitat Valenciana detrás del poder sino más bien el meollo de la cuestión es la continua guerra social que se está instaurando y que ya en un pasado tanto costo de solucionar.
Me encanta el fútbol, es por ello que todo lo que no sea deportivo se me escapa de las manos pero ver como primero Soler y ahora Llorente no han conseguido lo que en su día hizo Jaume Ortí, me entristece. De ser uno de los mejores clubes a principio del 2000 ha ser un club en continua línea descendente es para echarse a llorar.
Ahora se va Llorente, ¿que podemos esperar? Ni se arregla nada ni tampoco se sabe si será mejor o peor pero una cosa está clara, cuando tocas fondo ya sólo queda un camino, hacia arriba.
Manolo Llorente deja el equipo sin conseguir ningún título, quedando 3 veces tercero en liga y habiendo vendido a Villa, Silva, Marchena, Mata, Albiol, Joaquín, Pablo Hernández, Jordi Alba, Isco, entre otros.
Se le recordará por sus peleas con Fernando y por no poder resolver la enorme deuda ni tampoco acabar el nuevo estadio.
El Valencia ha sobrevivido a cuatro descensos, múltiples disputas de presidentes como Roig y ahora se enfrenta a un futuro incierto de la mano de Bankia, la Generalitat Valenciana y el posible comprador que pueda venir.